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Logran filmar por primera vez al misterioso pez remo
Que el ser humano aún tiene mucho por descubrir en el mundo animal es una obviedad. Fiel reflejo de esta afirmación es el pez remo, una especie abisal que ha podido ser filmado vivo por primera vez nadando en su entorno natural. Hasta ahora, esta monstruosa especie marina únicamente había sido avistada cuando subía a la superficie agonizando o ya cadáver.
La filmación, obra de un equipo de investigadores norteamericanos de la Universidad Estatal de Lousiana, muestra a un ejemplar de pez remo o Regalecidaes (Regalecus Glesne) de unos ocho metros nadando tranquilamente en aguas del golfo de México.
Este animal, una de las especies más misteriosas del mundo marino y que puede llegar a medir 17 metros, rara vez se consigue avistar y mucho menos grabar. Habitualmente, las únicas noticias que se tienen de este pez abisal se dan cuando su cuerpo, agonizando o tras haber fallecido, sube a la superficie.
Debido a su forma alargada, muy parecida a la de las serpientes gracias a su particular aleta dorsal que le permite nadar a grandes velocidades, y a su gran tamaño, se cree que el Regalecidaes es el origen del mito de los monstruos marinos relatados a lo largo de siglos por marinos de múltiples nacionalidades.
Los investigadores están doblemente de enhorabuena puesto que la expedición no tenía como objetivo filmar al pez remo. Los científicos se encontraban en aguas del golfo de México como parte de una colaboración entre científicos marinos y compañías energéticas como BP, Shell, Chevron y Petrobras"Vimos un objeto luminoso y brillante, parecía una tubería enorme, pero pronto nos dimos cuenta de que se trataba de un pez", explica el profesor Mark Benfield, jefe de la expedición científica. Las declaraciones del investigador están más que justificadas puesto que es extremadamente raro encontrar un ejemplar vivo de esta especie en su entorno natural.
El pez remo puede encontrarse en todas las aguas templadas y tropicales del mundo y hasta la fecha es el pez óseo más grande conocido. No está recubierto de escamas y su cuerpo es de consistencia gelatinosa para lograr aguantar la gran presión a la que se ve sometido en las profundidades abisales. Sus aletas pélvicas, en forma de remo, son las que le dan a esta especie su peculiar nombre.
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